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Preguntas Frecuentes

No, si se adquiere con anticipación pues de esta manera se pueden prevenir gastos inesperados y costos excesivos.
No es necesario eso depende de las creencias y costumbres de cada familia.

Esta práctica tendrá que llevarse a cabo en forma ineludible cuando:

  1. 1. La defunción haya sido ocasionada por enfermedades infectocontagiosas como; VIH, hepatitis C y todas las descritas en el artículo 142 de la Ley General de Salud (LGS).
  2. 2. El cuerpo vaya a ser trasladado de una entidad federativa a otra (Art. 100, fracc. 2 y 102 fracc.2 inciso A (LGS).
  3. 3. La inhumación del cuerpo vaya a llevarse a cabo antes de transcurridas 12 horas o después de 48 horas posteriores al fallecimiento.
Los costos pueden ser variables pero normalmente son muy similares a los de una inhumación.
Si la causa de muerte es natural, basta con que la persona fallecida así lo haya dispuesto en vida o los familiares más cercanos lo autoricen directamente en la funeraria. Si el fallecimiento es por causa accidental o violenta, se deberá contar con la liberación por parte del Servicio Médico Forense.
Además de no contaminar los mantos acuíferos las cenizas no generan mayor complicación y costos para ser trasladadas.
Lo primero que debe hacer es llamar a nuestros teléfonos de asistencia inmediata para notificarnos y guiarlo con los pasos a seguir durante el proceso.
Si la persona falleció en un hospital del sector salud, este certificado lo entrega el área de trabajo social. Si el deceso ocurrió en domicilio particular u hospital privado solo se entrega una receta médica que certifica la causa del fallecimiento la cual se intercambia posteriormente por el certificado.
Si el deceso es por causas violentas o causas indeterminadas en lugares como vía pública el agente de ministerio público ordenará el traslado de la persona fallecida al SEMEFO (Servicio Médico Forense). Un familiar directo deberá presentarse en dicho lugar para reconocer a la persona fallecida y proporcionar los datos generales de la misma.
No es necesario comprarlo, para efectos de velación se proporcionara un ataúd y en el caso de cremación directa no es necesario el ataúd.
El espacio incluido en el servicio es dentro de un panteón municipal. Sin embargo, si usted desea adquirir un espacio en el sector privado puede contratarlo con un costo extra y revisar distintas opciones.
Los traslados fuera de la zona urbana donde la persona ha fallecido, cambio de ataúd o urna, requerir más horas de velación.
El monto de la documentación no está incluido, ya que los derechos municipales, estatales o federales asignan un costo distinto por cada localidad de acuerdo a la fecha, ubicación y demás características del fallecimiento, siendo la cantidad total entregada a oficinas del gobierno.
Son aquellos que tienen una duración excesiva, donde el doliente se siente superado por la pérdida, se tienen conductas desadaptativas, enfermedades sin causa aparente o se niega la ausencia de alguien o algo, impidiendo mantener el ritmo e intereses anteriores al cambio.
Fallecimiento de un ser querido, termino de relaciones, cambios en la salud, pérdidas materiales o físicas y modificaciones en la etapa de vida.
El periodo considerado normal para recobrar el interés por la vida junto con la esperanza es de aproximadamente tres a seis meses posteriores a la pérdida, sin embargo siempre que sea complicado enfrentarse a cualquier parte del proceso, sea: anterior, durante o después del cambio es recomendable acudir con un especialista antes de que mayor cantidad de áreas se vean afectadas en nuestro día a día.
Desde niños hasta adultos mayores pueden necesitar una atención especializada ante una pérdida propia, de algún familiar o alguien cercano.
El duelo finaliza cuando la persona es capaz de hablar sobre su pérdida sin el dolor que sacude todo su ser, cuando es capaz de pensar en ella sin manifestaciones físicas (llanto inconsolable, alteraciones del sueño, etc.) y cuando es capaz de invertir tanto sus energías como afectos en nuevas relaciones aceptando los retos que la vida le plantee.
No hay un tiempo exacto, pues no existe un solo tipo de paciente o tipo de terapia válida para todos. La duración depende del caso, historial, persona, sus recursos y nivel de compromiso, actividad y participación en el proceso, siendo el objetivo de la terapia otorgar las herramientas y habilidades necesarias para que el paciente se sienta no solo mejor a corto plazo, sino también a largo plazo.